Probablemente la carta más incomprendida de toda la baraja, la carta de la muerte en realidad no es tan mortal como puede parecer a primera vista. Esta es una carta sobre los ciclos de la vida: cuando algo termina, algo nuevo comienza. El cambio ocurre constantemente, todo fluye, nada puede permanecer igual, ya sea tu cuerpo físico o tu mentalidad, todos estamos creciendo, envejeciendo, desarrollándonos y transformándonos. Cuando una puerta se cierra, otra se abre.
Cat Pierce, en su baraja Wandering Star, ha representado una calavera sonriente, decorada de forma colorida, que recuerda a las decoraciones y disfraces típicos del festival del Día de los Muertos en México. Esta festividad celebra a los muertos de una forma divertida y festiva, y las celebraciones en sí están llenas de vida, energía y color. ¿La calavera representa realmente la muerte, o está realmente viva o en un estado de transformación? El conjunto completo de dientes blancos perlados parece brotar de encías rosadas y saludables, y las formas y los colores vivos del fondo hacen que la cara parezca rebotar en el primer plano, llena de energía, lista para abrazar el próximo ciclo.
El artista visual Aitor Saraiba en su Tarot de Luz también muestra la figura de la muerte en pleno movimiento, una figura infantil que parece estar bailando. La guadaña, un símbolo típico asociado con la Parca, la personificación de la muerte, está descartada en el fondo, yace en el suelo con una enredadera que se enrosca a lo largo de ella. La enredadera se ha adherido a nuestra simpática bailarina de la muerte y del suelo están brotando arbustos de nuevo crecimiento. Estas cosas, como los cielos nublados y opresivos del fondo que inevitablemente se aclararán, simbolizan nuevos comienzos, crecimiento y transformación.
Estas interpretaciones también se pueden ver en los dibujos a lápiz de color de la carta de la muerte del The Robin Wood Tarot Las figuras de la muerte, vestidas con túnicas y banderas, se mueven, fluyen, mientras están de pie en el suelo de un bosque, floreciendo con nuevas plantas y flores verdes. La rosa blanca en plena floración en la bandera perderá sus pétalos y morirá. Es inevitable. Pero la belleza de ella mientras está viva puede ser un recordatorio de que cada momento de este ciclo es precioso, porque nunca sabemos cuándo terminará este y comenzará el siguiente.
El cambio es constante, nuevos comienzos, nuevas mentalidades y transformaciones que hay que aceptar. El cambio es una oportunidad, la muerte es un nuevo comienzo y estas figuras de la muerte nos invitan a divertirnos un poco en el camino.
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